La gran pregunta

¡Hola, pupils!

Hoy les quería contar sobre una inquietud que me plantearon por enésima vez. Resulta que la semana pasada comenzó a tomar clases conmigo una alumna nueva que debe rendir el examen oral para obtener su certificado de B2 de inglés. En la academia donde estudió aprobó todos los otros aspectos, menos ese.

Conversamos un poco y comprendí por qué reprobó. Y es que al hablar, ella decididamente no tiene un nivel B2: comete errores de conjugación (You has), no tiene suficiente vocabulario y por ende repite palabras sin cesar, le falta un poco de coherencia en su discurso: falta de uso de palabras o expresiones de conexión, y falla en la pronunciación de las palabras, algunas veces porque desconoce cómo se pronuncian en forma correcta y otra porque confunde sonidos (es española y confunde el sonido de /s/, como en sewer con el de /ʃ/, como en sugar, entre otras cosas).

Luego de hacer el análisis juntas, me hizo la misma pregunta que muchos alumnos me han hecho antes. “Pero, ¿por qué nadie me explicó esto antes?” El tema es que muchos de ustedes han aprendido idiomas en academias, institutos o en la escuela. Estudiar en una institución organizada tiene sus ventajas. Hay un grupo de profesores experimentados que tienen un vasto conocimiento del idioma y de su enseñanza. Cuentan con una gran estructura y una magnífica biblioteca llena de material con que trabajar todos los aspectos del idioma. Tienen salas preparadas y equipadas con todo lo necesario para que el alumno solo llegue a clase y comience a aprender. Y por supuesto, mucho personal para manejar todos los aspectos del negocio, cada uno en su área.

Pero las instituciones tienen una contra. Y es que deben cumplir objetivos. Al final del año, los alumnos deben haber adquirido una cierta cantidad de gramática y de vocabulario, y deben haber visto una cierta cantidad de unidades del libro de texto que utilizan. Es así que la parte de producción, tanto escrita como oral, queda un poco relegada, pues simplemente no hay tiempo de trabajarla tanto como es necesario.

En mi experiencia, la parte de producción es la más difícil para el alumno. “Pero, ¿cómo es posible si estudiamos y adquirimos tanto vocabulario y tanta gramática? ¿Cómo es posible si leemos y escuchamos material en otros idiomas y entendemos?” Pues la respuesta es simple. El ser humano tiene lo que se conoce como conocimiento pasivo y conocimiento activo. El pasivo se refiere al conocimiento adquirido. Es verdad: ustedes saben ¡y mucho!, entienden cuando leen u oyen algo en el nuevo idioma. Pero, por distintos motivos: miedo, vergüenza, inseguridad, falta de práctica, no logran responder como quisieran.

Es por esto que debemos activar todo ese conocimiento. Y es por ello que los ejercicios de producción tanto escrita, como oral, son tan importantes y necesarios. Esa tarea que tanto cuesta hacer, es sin dudas la más productiva e importante. Porque, en realidad, ¿para qué aprendemos idiomas? Para hablar, para enviar mails, para tener conversaciones, para comunicarnos.

Es verdad que a veces los libros de textos tienen temas que pueden resultarnos aburridos y nos cuesta involucrarnos con ellos. Pero estos temas que nos brindan, son los temas que por lo general conversaremos con gente que recién conocemos (small talk) y con quien no deseamos compartir detalles personales o debates acalorados sobre política o religión. Estas unidades nos van a dar el material necesario que nos permitirá hablar con mayor naturalidad y propiedad:

  • Expresiones idiomáticas relacionadas al tema
  • Vocabulario específico
  • Colocaciones
  • Verbos compuestos (Phrasal verbs)

Pero, así como están los temas aburridos, también están los divertidos o interesantes, pues cómo determinar, al fin y al cabo, lo que es interesante para unos, o aburrido para otros, ¿verdad? Entonces, por qué no prepararnos en todos los temas posibles, pues quién sabe, que de esa charla informal pueda surgir una nueva oportunidad laboral, o una nueva amistad. ¿No es mejor estar preparados cuando esa oportunidad llegue?

En otra publicación les hablaré sobre los otros temas que analizamos con esta alumna, pues es mucho lo que surge de cada clase, cada alumno nuevo. ¡Gracias por leerme, y hasta la próxima!

Y ahora, ya que estoy, les dejo 3 expresiones sobre oportunidad:

Aprovechar una oportunidad: sacar el mejor partido de una oportunidad. Cuando vio la distracción de su amo, Toby aprovechó la oportunidad para robarle el churrasco.

Brindar una oportunidad: ofrecer una oportunidad. Las clases de idiomas que tomé con Teacher Lau me brindaron la oportunidad de conseguir un trabajo mejor.

Dejar escapar una oportunidad: perder una oportunidad. Pablo dejó pasar la oportunidad de salir con la chica que le gustaba por irse a comer un asado y a jugar al fútbol con sus amigos.

Algunos sinónimos:

  • Ocasión
  • Congruencia
  • Conformidad
  • Circunstancia

Algunos refranes:
Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana.

Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.

Cocodrilo que duerme es cartera. (Con este, maté de risa a mi profe de traducción)

Aquél que se duerme en el suelo no se cae de la cama.

El que se fue de la villa perdió su silla.

 

 

 

Y un chiste, ¿por qué no?